xoves, 23 de maio de 2019

Fomares o la muerte del ego.

Recorrió el largo camino hacia su casa, topándose con su hermana , no la saludó, estaba harto.
Ella llevaba años degollando a todas las mascotas que él había tenido. Esa noche hacía demasiado frío como para afrontar otra muerte. La muerte del ego, era lo que no podía soportar, no aguantaba ni un sólo minuto más en ese sitio.
Estaba lloviendo fuera pero también estaba lloviendo dentro de alguna manera.
Después de muchas horas perdidas, supo que no podía quedarse, porque no encajaba allí.
Pensó en los maestros latinos y griegos, consolándose , pero nada le ayudó.
Intentó escapar de su propia destrucción.
El conjuro que pesaba sobre él no desaparecería por sí sólo.
Cruzó la calle y sintió como desaparecía al doblar la esquina.
Dejar de ser era, ahora, su única ambición. No lo sabía pero nunca había tenido demasiadas.
Siempre hubo gente que se encargaba de que las desgracias no terminasen de comerse su lengua.
Consciente de ello, sus pies le llevaron a sitio del que alguna vez vino.

-Strangelove / Mishkin 

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