sábado, 10 de agosto de 2019

La "Burla Negra"

Benito Soto Aboal, nacido en el barrio pontevedrés de A Moureira en 1805, pasó a la historia por ser el último pirata del Atlántico. Aunque Pontevedra había sido uno de los principales puertos de la Península durante el siglo XVI, en la época de Soto la ciudad del Lérez estaba en franca decadencia. Así que Benito Soto, destinado a continuar la profesión de marinero de sus padres, decide seguir un camino más lucrativo. Aprende el oficio de marinero como grumete y, a los diecisiete años, aparece ya como tripulante del negrero brasileño "El Defensor de Pedro". En 1823, tras partir de Río de Janeiro, tuvo lugar un motín a bordo. Los amotinados abandonan al antiguo capitán en una isla de las costas africanas y toman el control del barco. Además nombran capitán a Soto, tiñen de negro las velas y los mástiles y bautizan al barco con un nuevo y siniestro nombre: "La Burla Negra".


Casa das Campás, casa natal en Pontevedra de Benito Soto.

Así comienzan las abordajes y diabluras de Benito Soto, el último pirata del Mar Occidental. A los veinte años era ya uno de los piratas más temidos y sanguinarios. Muchos fueron los barcos asaltados por el infame pontevedrés (el "Topacio", el "Cessnock", el "New Prospect"...),  pero su mayor golpe fue el del "Morning Star", una fragata británica que regresaba de las Indias Orientales con las bodegas repletas de tesoros. Con el botín obtenido durante sus correrías los tripulantes de la Burla Negra desembarcan en Coruña. Allí venden las mercancías y con lo que sacan deciden poner rumbo al Sur. Sus planes eran llegar a Cádiz y con con las rentas obtenidas vivir como reyes hasta sus últimos días. 

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Grabado de "La Burla Negra" persiguiendo al "Morning Star".

Pero las sanguinarias travesías de "La Burla Negra" tendrían un final inesperado. Era una noche de mala visibilidad, cuando navegaban ya cerca de la ciudad gaditana. Entre las brumas, los piratas confundieron el Faro de la Isla de León con el de Punta Tarifa, lo que les hizo chocar contra las rocas. Después del naufragio los marineros del navío son identificados y detenidos. Pero Benito Soto consigue escapar hacia Gibraltar. Allí pasa desapercibido hasta que, ironías de la vida, uno de los supervivientes del "Morning Star" lo reconoce. En 1830, capturado por las autoridades británicas del Peñón, Soto es condenado a muerte. Se le culpa de 75 asesinatos y 11 barcos saqueados. Al atardecer, en la Plaza de Gibraltar, abarrotada de personas, resonaron los pasos del capitán al subir al cadalso. Antes de que cayera la soga, el pirata gallego tuvo todavía fuerzas para gritar a modo de macabra despedida: "Adiós a todos".


Rúa Benito Soto de Pontevedra.

Hace ya casi dos siglos que Benito Soto fue ahorcado en Gibraltar, pero su leyenda sigue viva. Se dice que fue él quién inspiró la famosa "Canción del pirata" de José de Espronceda. Hoy todavía pasa su sombra maldita por las viejas rúas de Pontevedra. Dicen algunas leyendas populares que su tesoro fue escondido en la Casa das Campás de la ciudad del Lérez, mientras las coplas dicen que los "duros antiguos" de sus cofres ensangrentados están en las playas de Cádiz. Sea como sea, "La Burla Negra" seguirá surcando siempre los mares de nuestras pesadillas, con las velas henchidas por los céfiros de la tempestad, trazando largas estelas de sangre, al compás de los gritos y blasfemias de sus insomnes tripulantes. Y con las manos en el timón va Benito Soto Aboal, el último pirata del Atlántico:

Se ponen de rodillas las olas de los mares
debajo de tu quilla de terribles hazañas,
capitán de galernas y de noches glaciares,
timonel de derrotas y temidas campañas.

Las urbes sumergidas, los puertos estelares;
todos guardan recuerdo de tus crueles entrañas,
señor de dulces islas y salados altares,
el más rebelde mástil del mar de las Españas.

Dichosos los marinos que vieron tus diabluras,
felices los grumetes de tus naves sagradas
y benditas las aguas que tu canción alegra.

Pirata verdadero de las velas oscuras,
tus infames estelas han de ser recordadas.
¡Y que jamás naufrague la noble Burla Negra!


Caricatura de Benito Soto realizada por el autor.

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